Cada mes de marzo nos brinda la maravillosa oportunidad de reconocer, valorar y celebrar a todas aquellas personas que, con su presencia, alegran y enriquecen nuestra vida cotidiana. Es por esto que, en el Colegio Agustiniano Suba, no dejamos pasar por alto dos fechas muy especiales: el Día de la Mujer y el Día del Hombre.

Este año, quisimos vivir esta celebración de una manera especial, sencilla, pero muy significativa. El pasado mes de marzo, los estudiantes de las diferentes secciones del colegio se unieron en un ambiente de fraternidad, gratitud y alegría, para rendir un pequeño homenaje a sus compañeras y compañeros, destacando la importancia de cada uno en la comunidad educativa.

Un compartir en las aulas: gestos sencillos que unen corazones

La celebración se llevó a cabo en un espacio íntimo y familiar: las aulas de clase. Cada curso, acompañado de su director o directora de grupo, organizó un compartir que permitió a los estudiantes vivir un momento diferente, romper un poco con la rutina y, sobre todo, fortalecer los lazos de amistad, respeto y compañerismo.

Durante este compartir, los estudiantes disfrutaron de una deliciosa once preparada con cariño y con la colaboración de todos. Más allá de los alimentos, lo verdaderamente importante fue el ambiente que se generó: sonrisas, juegos, palabras de reconocimiento, gestos de cariño y gratitud que fortalecieron la sana convivencia dentro del aula.

El director o directora de curso tuvo un papel muy especial en esta celebración, animando el espacio, compartiendo reflexiones sobre el valor de la mujer y del hombre en la sociedad y en la vida cotidiana, y recordando a los estudiantes que cada uno es valioso y único, no solo por lo que hace, sino por lo que es.

Más que una celebración, una oportunidad para educar en valores

Este tipo de celebraciones, aunque sencillas, son momentos muy significativos dentro de la vida escolar, porque permiten educar desde la experiencia, desde lo cotidiano, desde lo cercano. En esta ocasión, además de compartir alimentos y pasar un rato agradable, los estudiantes tuvieron la oportunidad de:

• Reconocer la importancia de valorar a los demás.
• Aprender a dar gracias por la vida y por las personas que nos rodean.
• Entender que hombres y mujeres tienen igual dignidad y merecen respeto.
• Fomentar la convivencia armónica y el trabajo en equipo.
• Expresar sentimientos positivos y palabras de afecto.

Estos gestos sencillos son los que construyen día a día el clima de respeto, fraternidad y cercanía que caracteriza a nuestra comunidad educativa.

Un agradecimiento especial

Desde el Colegio Agustiniano Suba queremos agradecer a todos los estudiantes y docentes que hicieron posible este hermoso momento. Sabemos que los detalles sencillos, cuando nacen del corazón, son los que más se recuerdan y los que verdaderamente fortalecen los lazos entre las personas.

Agradecemos también a los padres de familia que colaboraron con la preparación de las onces, a los directores de curso que animaron y acompañaron la actividad, y a cada estudiante que participó con alegría y respeto.

Seguimos cultivando espacios que humanizan

Como comunidad educativa seguimos apostando por estos espacios que permiten educar no solo desde los libros, sino también desde la experiencia de vivir y compartir juntos. Celebraciones como la del Día de la Mujer y del Hombre nos recuerdan que, más allá del conocimiento académico, en nuestro colegio también se forman seres humanos sensibles, agradecidos, respetuosos y alegres.

Que este momento vivido en cada aula de clase sea un recuerdo bonito en el corazón de nuestros estudiantes y una motivación para seguir construyendo, desde el amor y el respeto, una comunidad unida y solidaria.